Acceso directo a especialistas
Sin necesidad de remisión.
Programa
Programa
Programa
¿Quieres una sonrisa espectacular? Tratamientos hay muchos, pero el odontólogo será quien haga la debida valoración y recomiende el más adecuado para ti.
Sin embargo, previo a cualquier planificación de procedimientos, el paciente debe tener su boca sana. Para evitar el desarrollo de infecciones o problemas dentales que retrasen o frenen tu propósito de lucir una hermosa sonrisa, te dejamos esta guía.
Al cuidar diariamente la forma en que realizas la higiene oral, evitas problemas en tu boca o enfermedades que repercuten en tu salud general. Además te ahorras tratamientos dolorosos, costosos o que debas cumplir por un largo período de tiempo.
De ignorar síntomas como mal aliento, sensibilidad o cualquier irregularidad en tu cavidad bucodental, podrías afectar también tu sonrisa.
Por ejemplo, una infección en las encías que no sea tratada a tiempo, puede avanzar a periodontitis; que en algunos casos puede desembocar en extracción dental y cirugía reconstructiva de hueso.
Antes de someterte a cualquier tratamiento dental, tus dientes y encías deben estar sanos. Por ello la higiene bucodental es determinante.
Tomamos un caso radical, porque hay pacientes que se arriesgan a dejar pasar mucho tiempo antes de ir a consulta. Contar con la oportuna intervención del profesional dental es lo que puede detener la enfermedad y restablecer tu salud bucal.
La clave para evitar perjudicar tu sonrisa es adoptar una correcta técnica de limpieza bucodental diaria, algo que no exige esfuerzo ni mucho tiempo.
Debes cepillar tus dientes, al menos tres veces al día, 20 minutos después del desayuno, el almuerzo y antes de dormir. Pon atención a los bordes de las encías.
La forma correcta de hacerlo es: inclina el cepillo a un ángulo de 45° contra el borde de la encía y desliza el cepillo hacia adelante.
Realiza movimientos suaves para limpiar ambas superficies de cada diente (exterior e interior). Recuerda cepillar la lengua, con delicadeza.
Al menos dos veces al día, utiliza seda dental, reservando unos 3 o 5 cm para enrollar en los dedos. Sigue suavemente las curvas entre los dientes, para retirar cualquier resto de alimento. Asegúrate de limpiar debajo de la encía, sin golpear el hilo contra la misma.
El fluoruro es tu aliado anticariogénico. Fortalece los dientes, ayudando en el proceso de remineralización, sin importar la edad. Incluso frena el proceso cariogénico.
Los ácidos que debilitan los dientes y generan caries, son generados por la placa bacteriana de los alimentos que no han sido limpiados; por ello se recomienda el uso de crema dental con flúor para el cepillado y algún otro producto fluorado que sugiera el odontólogo.
La placa bacteriana que se forma en la superficie de los dientes, utiliza el azúcar y el almidón presente en muchos alimentos para producir ácido. Cada “ataque de ácido” dura hasta 20 minutos; por ende, cada vez que comes y no remueves los restos alimenticios, aumenta el riesgo a desarrollar caries.
Cada vez que comes y no remueves los restos alimenticios, aumenta el riesgo de tener enfermedades como caries, gingivitis. Recuerda visitar al odontólogo.
La profilaxis dental es importante, porque hay áreas a las que no podemos llegar con el cepillo y la seda. También permite eliminar algunas manchas extrínsecas que deslucen tus dientes. Lo recomendable es hacerla dos veces por año.
La higiene oral desde temprana edad
La primera visita del niño al odontólogo debe ser antes de haber cumplido el año.
De acuerdo con la Asociación Dental Americana y a la Academia Americana de Pediatría Dentífrica, es recomendable no postergar el primer examen bucal, una vez broten sus primeros dientes.
¿Qué pasa en esta primera visita? El especialista realiza su valoración para conocer el estado de salud de su boca y descartar cualquier condición que requiera atención extra.
Los chequeos con el pediatra y odontopediatra deben ser cada seis meses, durante los primeros cinco años.
Hasta que visites al especialista y tengas sus indicaciones, limpia las encías de tu bebé en la mañana, en la tarde y después de cada alimentación; para prevenir bacterias y acumulación de comida.
Para la higiene oral de tu bebé, pasa gasa limpia húmeda por sus encías de manera delicada. Es importante que el odontopediatra lo evalúe antes del año de vida.
Puedes envolver una gasa estéril humedecida alrededor de tu dedo y limpiar las encías de tu bebé con movimientos delicados.
Una vez erupcionan los dientes, el odontopediatra puede tratarlos con barniz de flúor. Este producto se aplica directamente en los dientes y contribuye a la prevención de caries.
Recomendaciones para la higiene oral infantil
Usualmente los pacientes solicitan embellecer su sonrisa. Esto implica ciertos tratamientos estéticos y complementarios que dependen de una boca sana.
Insistimos en esto porque cualquier infección bacteriana o enfermedad bucal tendrá que ser resuelta primero.
Dado que no prestamos mayor atención a nuestros hábitos de higiene dental, acudir a revisiones de control te permitirá obtener una mejor orientación.
Es muy importante conocer las áreas que demandan mayor atención durante el cepillado y al usar seda dental, así como tus necesidades.
El odontólogo es el profesional al que debes confiar la salud de tu boca. Los hábitos de higiene oral te ayudarán a prevenir cualquier afección en tu boca.
Programa citas odontológicas regulares para mantener o recuperar la salud de tu boca y detectar cualquier riesgo de infección o problema bucal. Esto también te permitirá evaluar cualquier mejora estética en el consultorio.
Con el Programa Odontológico Dental Elite aseguras la atención oportuna y las mejores opciones para el cuidado y protección de tu sonrisa. Desde Coomeva Salud Oral ponemos a tu disposición un equipo de profesionales odontológicos con altos estándares de calidad y bioseguridad, con la garantía que brinda el aseguramiento.