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Desde joven puedes desarrollar enfermedad de las encías, pero estas tienen mayor prevalencia durante la tercera edad. La razón principal: el envejecimiento celular, de los tejidos y órganos.
De acuerdo con un estudio publicado por el Ministerio de Salud, en Colombia hay una incidencia de enfermedades periodontales en adolescentes de hasta un 62%; y la severidad aumenta con la edad.
Aunado a esto, si el paciente está en tratamientos médicos o padece ciertas enfermedades sistémicas, la condición se vuelve más delicada porque el sistema inmune está débil.
Conoce los signos y síntomas de riesgo y cómo atenderlos a tiempo.
Existen muchos signos y síntomas que alertan de la enfermedad de las encías. Agenda una consulta prioritaria con tu odontólogo si notas algo de lo siguiente:
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierte que nueve de cada diez personas tienen riesgo de padecer alguna enfermedad bucodental. Esto incluye las enfermedades de las encías.
9 de cada 10 personas sufren de alguna enfermedad bucal. Lo más leve puede ser una inflamación de encías, pero puede llegar hasta la infección del hueso maxilar
Esto llama a prestar más atención a la autoexploración habitual para ser conscientes de posibles cambios en la cavidad oral.
Es posible tener enfermedades bucodentales sin dolor, razón por la que algunos pacientes no prestan atención a leves signos o síntomas.
Por ejemplo, si notas que tus encías se sienten blandas y están enrojecidas, debes ir con tu odontólogo cuanto antes. La inflamación prolongada de encías representa riesgos para tu salud, porque se trata de bacterias que están afectando el tejido gingival y pueden pasar al torrente sanguíneo.
Se trata de la inflamación de los tejidos de soporte de los dientes y en la mayoría de los casos ocurre por acumulación de placa y sarro en las que se alojan bacterias que producen ácidos que irritan progresivamente el tejido gingival.
Cuando la gingivitis no es tratada adecuadamente y persiste, se vuelve crónica. Es la etapa grave de la enfermedad que se denomina periodontitis.
En este caso el paciente tiene mal aliento constante, hay recesión de encías, sensibilidad o dolor, e incluso los dientes han cambiado de posición.
En adultos mayores que usan prótesis dental, es habitual que haya mal aliento por otros factores como la poca salivación e higiene deficiente; no por ello, necesariamente tienen periodontitis, sin embargo, son manifestaciones que deben ser atendidas y corregidas.
Cuando ya hay diagnóstico, los tratamientos para la periodontitis buscan mantener bajo control los efectos en el hueso que da soporte a las piezas dentales.
Si el adulto mayor ya tiene pérdida dental y sufre periodontitis, el uso de prótesis se dificulta, por lo que ve disminuida su capacidad de hablar y masticar
Si el paciente no recibe atención profesional puede sufrir destrucción del hueso y pérdida dental; esto conlleva un problema mayor en las funciones de masticación, al hablar e incluso en el uso de prótesis o implantes dentales.
Una vez que el paciente ha llegado a esta fase agravada, debe estar bajo control odontológico permanente.
Hablamos de encías retraídas cuando el tejido que rodea las piezas dentales se separa exponiendo la raíz.
Es común en la población geriátrica por malos hábitos de higiene durante muchos años, ejemplo de ellos es el cepillado agresivo.
Esa parte del diente que queda expuesta está recubierta por un esmalte más delgado; esto aumenta el riesgo de sufrir caries dentales por acción de las bacterias.
Los cuidados dentales rutinarios ayudan a mantener tus dientes y encías saludables. Entre los consejos que debes aplicar están:
Cuando se trata de adultos mayores, es importante reforzar constantemente los hábitos saludables y acudir al odontólogo al menos dos veces al año o inmediatamente en caso que se identifiquen alteraciones.
La enfermedad de las encías conllevan malestares y limitaciones funcionales en la cavidad oral; pero a largo plazo afectan la salud general del paciente y su calidad de vida.
Por ello, habituarse a explorar el estado de nuestra boca es la mejor forma de detectar cualquier cambio. Esto ayudará en la consulta odontológica con información que será útil al profesional.
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