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Los implantes dentales se han convertido en una alternativa contemplada en el campo de la odontología, al proporcionar una solución duradera y estéticamente agradable para la pérdida de dientes. Sin embargo, no son la opción adecuada para todos los pacientes.
En este artículo, abordaremos de forma detallada cómo funcionan estos dispositivos, qué consideraciones deben tomarse en cuenta antes de optar por ellos y para quiénes pueden no ser la opción más recomendada. ¡Veámoslo!
Los implantes dentales son estructuras metálicas, generalmente hechas de titanio, diseñadas para restaurar la funcionalidad y la estética dental de manera duradera. El procedimiento comienza con la colocación quirúrgica de los implantes en el hueso maxilar o mandibular.
Después de la colocación, entran en un período crucial llamado osteointegración. Durante este tiempo, que puede llevar varios meses, el titanio del implante se fusiona con el hueso circundante. Este proceso fortalece la conexión entre el implante y el hueso, proporcionando una base sólida para la prótesis dental.
Una vez completada la osteointegración, se realiza otra intervención para conectar los pernos de cicatrización a los implantes. Estos emergen por encima de las encías y permiten que estas se adapten adecuadamente durante el proceso de curación.
Antes de embarcarte en un procedimiento de implantes dentales, es fundamental seguir un conjunto de pasos y consideraciones que aseguren el éxito del tratamiento y la satisfacción del paciente. Aquí te los mencionamos:
Los implantes dentales son una opción efectiva y duradera para muchos pacientes, pero ciertas condiciones médicas y situaciones específicas pueden hacer que no sea la más adecuada. Aquí te mencionamos para qué grupo de personas no son recomendables:
La diabetes puede afectar la cicatrización y aumentar el riesgo de infecciones. Antes de optar por implantes dentales, es vital que los pacientes diabéticos controlen cuidadosamente su nivel de glucosa y trabajen en colaboración con su equipo médico y odontológico para asegurar una debida cicatrización y disminuir el riesgo de complicaciones.
Quienes han pasado por tratamientos de radioterapia o quimioterapia pueden experimentar cambios en la salud bucal y en la capacidad de cicatrización. Se recomienda esperar un período adecuado después de estos tratamientos antes de considerar los implantes dentales, permitiendo que el cuerpo se recupere y reduciendo así el riesgo de complicaciones.
El embarazo puede ocasionar cambios hormonales y afectar la salud oral. Muchos profesionales optan por posponer la colocación de implantes dentales hasta después del periodo de gestación para garantizar la seguridad tanto de la madre como del bebé.
La cantidad y calidad del hueso disponible en la mandíbula o el maxilar son fundamentales para el éxito de los implantes. En casos de escasez de hueso, puede ser necesario realizar procedimientos adicionales, como injertos óseos, para crear una base sólida para estos dispositivos.
La enfermedad periodontal activa puede comprometer la estabilidad de los implantes dentales. Antes de proceder con su colocación, es primordial tratarla y controlarla para mejorar las posibilidades de éxito a largo plazo.
Los fumadores tienen un mayor riesgo de complicaciones después de la colocación de implantes dentales. El cigarrillo puede afectar la cicatrización y aumentar el riesgo de infecciones. Por lo tanto, es vital que se suspenda su consumo antes y después del procedimiento para mejorar los resultados y la durabilidad de las estructuras.
FRASE DESTACADA:
“La evaluación cuidadosa por parte de un profesional de la odontología y la colaboración estrecha con otros profesionales de la salud son fundamentales para tomar decisiones informadas y personalizadas sobre la rehabilitación dental”.
Si un especialista ha determinado que tu condición actual no es la más óptima para la colocación de implantes dentales, no quiere decir que no podrás rehabilitar tu sonrisa. Existen otras alternativas altamente eficaces que pueden adaptarse a tus necesidades:
Los implantes dentales son una opción valiosa para muchos pacientes, pero no son apropiados en todos los casos. La evaluación cuidadosa de la salud oral y general es crucial antes de tomar la decisión. La colaboración entre el paciente y el profesional de la odontología es clave para garantizar resultados exitosos y duraderos.
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El tiempo varía según el caso, pero generalmente puede llevar varios meses, incluyendo el período de cicatrización.
Se realiza bajo anestesia local, por lo que la incomodidad es mínima. El malestar después del procedimiento es gestionable con medicamentos.
Los implantes se integran con el hueso y las prótesis, proporcionando una apariencia natural y funcionalidad similar a los dientes naturales.