Cordales ¿cuándo hay que sacarlas y qué cuidados tener?

La erupción de piezas dentales es un proceso común que va desde los primeros meses de vida, hasta la erupción completa de los dientes permanentes, culminando generalmente con las cordales o muelas del juicio.

Si estas últimas piezas dentales  no emergen de manera correcta, podrían afectar tu salud oral provocando dolencias o complicaciones bucales más complejas.

Es por ello que  en este artículo trataremos un tema de interés como es la incidencia de las cordales en la salud bucal y cuándo es necesaria la extracción de estas piezas dentales.

Cordales ¿qué son y por qué se llaman así?

Las muelas del juicio, también llamadas cordales o terceros molares, son piezas dentarias permanentes que emergen entre los 17 y 30 años, aproximadamente. 

Se les llama así porque se considera que a la edad en que estos molares aparecen, la persona ya ha alcanzado la madurez y juicio.

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Las cordales, terceros molares o muelas del juicio, al no emerger correctamente pueden incidir en la generación de enfermedades periodontales como la gingivitis.

En ciertos pacientes, pueden salir con normalidad sin afectar la estructura dentaria. Sin embargo, hay ocasiones donde la erupción se da de manera anormal y puede causar inconvenientes bucales.

En el momento en que ocurre este tipo de situación es cuando se hace necesaria una intervención odontológica que permita solventarla.

Casos en que sí hay que sacar las cordales

Como te comentábamos anteriormente, existen casos que requieren realizar una extracción de una o varias cordales, entre ellos podemos mencionar:

• •  Se desarrolla posicionándose en ángulo hacia la muela vecina.

• •  Emerge hacia la zona posterior de la boca.

• • Se desarrolla recostada a otro diente en un ángulo recto (horizontal)

• •  No hay espacio en la arcada para esta y produce dolor y apiñamiento de los demás dientes.

• • Completa su formación dentro del maxilar sin erupcionar.

En todo caso, dependiendo del proceso de erupción de las muelas del juicio, tu odontólogo determinará el tipo de intervención que ha de realizarte.

Cordales retenidas, un problema con solución

Si una o varias de estas cordales o muelas del juicio no tienen la posibilidad de emerger, podrían ocasionar dolor o afecciones, tanto a los dientes próximos como alrededor del hueso y en casos más severos, podría producirse quistes alrededor de la muela.

Esta situación puede solucionarse mediante un procedimiento de extracción que puede ser simple o quirúrgico. De acuerdo a ello, será el odontólogo general o el odontólogo especialista cirujano maxilofacial quien llevará a cabo dicho procedimiento.

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Generalmente la extracción de cordales, llamadas muelas de juicio, es un procedimiento quirúrgico ambulatorio seguro siempre y cuando se sigan las recomendaciones del profesional.

Posteriormente, se procede a remover la parte ósea que bloquea el acceso tanto a la raíz como al nervio de la muela impactada para de esta manera realizar la extracción. Una vez realizada la intervención, por lo general se procede a realizar la sutura de la herida.

Además de ello, se ponen gasas en el espacio vacío para detener el sangrado y fomentar la formación de coágulo que permita la cicatrización de la herida realizada.

Cuidados previos y posteriores a una extracción de cordales

Si bien este tipo de intervenciones no deberían traer complicaciones. No obstante,  sí es importante cumplir con ciertos cuidados antes, durante y después del proceso de extracción de las cordales.

Previo al proceso de intervención de la muela impactada es necesario que descanses. De esta manera evitarás el estrés que podría afectar el proceso de coagulación.

También es importante no ingerir comida copiosa al menos 8 horas antes de la intervención.

En algunos casos, se te podría indicar consumir antibióticos para reducir la posibilidad de infecciones posteriores a la extracción de la cordal. No consumas bebidas alcohólicas al menos 72 horas antes.

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La higiene bucal durante el proceso de recuperación de una extracción de cordales debe hacerse con mucho cuidado para no lastimar el área y evitar posibles sangrados.

Luego de realizada la extracción de la muela impactada, se recomienda mantener reposo para favorecer la recuperación. Evita realizar actividades que requieran de fuerza, ya que podría desprender el coágulo de la herida y provocar un sangrado.

Asimismo, por al menos 24 horas la alimentación debe ser líquida. Posteriormente podrás ingerir alimentos blandos mientras se da el proceso de cicatrización.

Evita succionar por al menos una semana, para prevenir un desprendimiento del coágulo formado en la herida.

Para el dolor, se receta analgésico de venta libre del tipo acetaminofeno o paracetamol. En cuanto a la inflamación, debe empezar a ceder a los 3 días después de la intervención. Se recomienda poner hielo, según lo indique tu odontólogo.

¿Y si alguien no quiere sacarlas, qué ocurre?

En algunas ocasiones, las muelas del juicio pueden ser asintomáticas; sin embargo, podrían en un futuro afectar la estructura y funcionamiento del sistema dentario. Por ello, y según la evaluación del odontólogo, se recomienda su extracción.

Si este es el caso y la persona no quiere extraerlas, podría ocurrir que se produzca una malposición de los dientes o una rizolisis debido a la presión que podría ejercer la cordal a la corona o raíz de la muela vecina, provocando su pérdida.

Además, una muela del juicio no erupcionada podría formar sacos foliculares en la encía. Estos se llenan de líquido hasta llegar a formar quistes y en casos extremos, tumores.

Conclusión

En definitiva, las cordales son piezas que en ciertos casos no presentan complicaciones. No obstante, siempre es bueno evaluarlas para prevenir posibles afecciones que puedan incidir en tu salud bucal a largo plazo.

Para lograr tener una buena salud bucal debes contar con profesionales con experticia y dedicación para acompañarte a lograr esa sonrisa que tanto deseas.

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