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estos profesionales. Y justamente, la razón de este artículo es darte a conocer las causas por las cuáles se presenta y por qué no debes esperar a llegar a ese punto.
¿Por qué duele un diente? Los factores son diversos. Algunos son fáciles de diagnosticar por la evaluación inicial del especialista; pero otros requieren de radiografías y exámenes complementarios para determinar el origen.
A continuación, hacemos una descripción de las enfermedades y problemas dentales que suelen manifestarse con molestias, para que tomes precauciones ante los primeros síntomas.
La caries es una infección que debilita las capas del diente (esmalte y dentina) y las destruye a medida que se agrava, pudiendo llegar a la raíz y la estructura interna del diente llamada pulpa; sin embargo, no suele detectarse tan fácilmente.
En ocasiones, los síntomas iniciales son: sensibilidad a temperaturas extremas frío-calor, al dulce y a los ácidos.
Click to tweet: Las caries no suelen ser evidentes en fase inicial, por lo que se recomienda tener una buena higiene dental y revisiones odontológicas periódicas.
Cuando la infección avanza es que el paciente siente dolor de manera espontánea o al masticar. Si la infección llegó a la pulpa dental la dolencia puede acompañarse de un (absceso dental).
Esta enfermedad se origina por la acumulación de placa bacteriana, la cual adhiere los ácidos descompuestos de los alimentos a los dientes. De ahí que sea fundamental una correcta higiene bucodental y acudir a revisiones dentales periódicas.
La enfermedad periodontal es una infección crónica, que afecta a los tejidos que rodean y sujetan los dientes.
En estado avanzado, los dientes comienzan a moverse, por destrucción del hueso. En consecuencia se crean espacios donde se acumulan sarro y bacterias que pueden originar inflamaciones de encías. También puede generar dolor o molestias al masticar.
El esmalte es la capa protectora de la pieza dental. Compuesta del mineral más duro del cuerpo, su desgaste o abrasión deja la dentina expuesta. Esto produce una desagradable sensación ante los cambios de temperatura, ya que irrita la zona nerviosa de la pulpa.
La hipersensibilidad también puede ocurrir por una retracción de la encía, sea en todos los dientes o puntualmente en alguno de ellos.
Si tienes sensibilidad dental, ve a consulta, para descartar que el origen no sea una caries y recibir tratamiento.
El trauma oclusal se refiere a los daños producidos por una mala oclusión o alineación de los dientes que no ha sido tratada. Como la mordida no está equilibrada, ocasiona sensibilidad, movilidad de los dientes y dolor.
Esto ocurre con frecuencia en pacientes que han perdido piezas dentarias. También en aquellas personas que sufren de bruxismo (aprietan involuntariamente los dientes).
El bruxismo, como acabamos de explicar, sucede cuando existe una presión excesiva entre los dientes al apretar o rechinarlos inconscientemente.
Cuando se ejerce una fuerza que sobrepasa la capacidad de los dientes de soportarlas, estos pueden doler, fisurarse y hasta fracturarse.
Aunque los dientes más susceptibles son los posteriores y los que han sido restaurados; con el tiempo y la falta de tratamiento, el bruxismo puede llegar a afectar dientes sanos. Por ello, ante cualquier dolor de muelas es necesario que seas evaluado por el odontólogo.
Las cordales o muelas del juicio son los últimos dientes en erupcionar, y por ello, no siempre tienen espacio suficiente para salir del todo y posicionarse en la boca. Cuando esto ocurre, las bacterias presentes en la saliva se filtran a la encía, pudiendo ocasionar una infección en los tejidos blandos.
Además, son piezas propensas a sufrir de caries dental, debido a su posición que dificulta la limpieza con el cepillo dental.
Luego de una intervención odontológica, es normal que el paciente presente molestias temporales. Será el odontólogo quien indique lo que puede esperar y los cuidados que se deben tener.
En todo caso, si la molestia se prolonga más de lo estimado o se vuelve intensa, lo recomendable es acudir a consulta.
Dada la diversidad de factores y sus síntomas, es necesario estar atento a cualquier alteración que detectes en tu cavidad oral. El más mínimo síntoma es una alerta de que algo está afectando la salud de tu boca.
Al asistir al odontólogo al menos dos veces al año, se evita el desarrollo de alguna enfermedad periodontal o infección que pueda generar dolor en tus dientes.
En algunos casos, de requerir un refuerzo de higiene, el profesional dental recomendará alguna limpieza adicional o tratamiento preventivo.
Acudir al odontólogo únicamente por dolor o molestias en los dientes es un riesgo que puede afectar tu salud bucodental y general.
¡Seamos sinceros! pocas veces un paciente va a consulta si, por ejemplo, las encías le sangran pero no presenta dolor.
Click to tweet: Así no sientas molestias o dolor, siempre debes acudir al odontólogo por lo menos dos veces al año.
Cualquier signo o síntoma que evidencie una anomalía en tu boca debe ser valorado por el profesional dental.
Mal aliento, encías pálidas o sangrantes, dientes manchados… cualquier alteración puede ser el indicio de una enfermedad bucodental en curso.
Entre las medidas que debes adoptar para evitar un dolor dental están:
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Tener dolor en los dientes es algo que puede llegar a impedir el normal cumplimiento de tus actividades diarias. Evítalo siendo exhaustivo con tu higiene bucal y tómate el tiempo para asistir al odontólogo al menos dos veces al año.
También es importante que al notar cualquier signo de deterioro o cambio anómalo consultes con el odontólogo sin esperar a sentir malestar físico.
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